MISIÓN, VISIÓN, VALORES Y POLÍTICAS GENERALES
MISIÓN:
Normar y fiscalizar el uso pacífico y seguro de las radiaciones ionizantes, las tecnologías nucleares y afines, en beneficio de las personas, los bienes y el medioambiente.
VISIÓN:
Ser una unidad competente y confiable que destaque por su eficiencia, transparencia y autonomía en el cumplimiento de su misión.
VALORES:
Apoyo en el desempeño de funciones alineadas a nuestros objetivos; y en la definición y adhesión de nuestro equipo humano a un conjunto de valores personales, vinculados con la misión y visión orientadas al ámbito de la protección radiológica y la Cultura de Seguridad.
• Independencia: tomar decisiones y actuar con objetividad e imparcialidad.
• Rigor y Veracidad: trabajar con información cierta, relevante, válida y verificable.
• Competencia, excelencia y responsabilidad: actuar con integridad y rigor científico, técnico y jurídico, con base en el conocimiento y experiencia disponibles, y bajo la plena responsabilidad de sus acciones y decisiones.
• Compromiso: tomar conciencia de la importancia de la contribución individual para el cumplimiento de la misión y los objetivos de la División.
• Transparencia y probidad: disposición para informar a la ciudadanía sobre los procesos y resultados de nuestra gestión y observar siempre una conducta funcionaria intachable, y un desempeño honesto y leal de la función o cargo en favor del interés general por sobre el particular.
POLÍTICAS GENERALES:
Evaluaciones de seguridad
• Procuramos que el proceso de evaluación de solicitudes de autorización sea entendido por las partes interesadas, con resultados predecibles, según criterios establecidos. Asimismo, por todos los medios disponibles, siempre procuraremos asegurar a los regulados el correcto establecimiento del proceso de evaluación de solicitudes de autorización, mediante definiciones claras, transparentes y trazables de todas las actividades involucradas en el proceso.
• Nuestra Institución y el personal que la integra tienen una clara comprensión de los objetivos de seguridad y los requisitos reglamentarios que se utilizarán en la revisión y evaluación de cada solicitud de autorización ingresada por los regulados.
• Para afrontar los desafíos del ámbito nuclear y radiológico, revisamos permanentemente las capacidades, los recursos y el personal a tiempo completo con que contamos para las revisiones y evaluaciones regulatorias.
Fiscalización
• Realizamos inspecciones proporcionales a los riesgos de radiación asociados con la instalación o actividad, y con un enfoque gradual.
• Determinamos la prioridad y frecuencia de las inspecciones en virtud del riesgo asociado con la fuente de radiación, la complejidad de la instalación o actividad, las posibles consecuencias de un accidente, y del tipo y frecuencia de incumplimiento regulatorio detectado en las inspecciones.
• Evaluamos y establecemos, de forma periódica, las capacidades necesarias para realizar actividades de inspección cuando sea necesario, incluso considerando la ejecución de inspecciones reactivas.
Coerción
• Durante la ejecución de los procesos regulatorios, adoptamos medidas y procedimientos administrativos claros, que establecen la proporcionalidad de tales medidas y los criterios de ejecución de las acciones. Todos nuestros/as inspectores/as participan, en forma permanente, en ciclos de capacitación e información de procedimientos.
• La coerción debe aplicarse dentro del marco legal para responder al incumplimiento, por parte de los regulados, de los requisitos reglamentarios o de cualquier término y condición especificada en la autorización.
• Poseemos autoridad para imponer o recomendar sanciones, para propiciar acciones legales y actuar como ministro de fe en el ámbito de nuestras competencias.
Regulación y normativa
• El desarrollo de guías y recomendaciones poseen un lenguaje descriptivo y propositivo, evitándose establecer soluciones específicas que limiten las actividades de los regulados en este ámbito.
• Se ha establecido un sistema para garantizar el desarrollo y la implementación de regulaciones y guías con base en un enfoque gradual de las actividades.
Emergencia y comunicaciones
• De manera consistente con la normativa, establecemos disposiciones de preparación y respuesta ante una emergencia nuclear o radiológica in situ para cualquier instalación o actividad regulada que pueda requerir acciones de respuesta.
• Promovemos el establecimiento de los medios adecuados para informar y consultar a las partes interesadas y al público sobre los posibles riesgos de radiación asociados con las instalaciones y actividades, y sobre los procesos y decisiones del órgano regulador.
POLÍTICA CULTURA DE SEGURIDAD CCHEN
Nuestro compromiso es cumplir con los requisitos para establecer, evaluar, mantener y mejorar nuestra gestión y liderazgo en pro de la seguridad de la organización, a partir de la gestión integrada de la seguridad física, nuclear, radiológica, tecnológica, e industrial, tomando en cuenta los factores humanos, organizativos, sociales y económicos, para garantizar la protección de las personas y el medioambiente, y cumplir los requisitos de calidad de los productos y servicios entregados.
Para la CCHEN, como regulador, la Política de Cultura de Seguridad establece expectativas en relación a que individuos y organizaciones explotadoras desarrollen y mantengan una cultura de seguridad positiva, de acuerdo a la importancia de la seguridad en sus actividades y la naturaleza y complejidad de sus organizaciones y funciones. Si bien la Política de Cultura de Seguridad no es una norma, aplica a todos los explotadores y titulares de autorizaciones relacionados con la seguridad, sujetos a la autoridad de la CCHEN.
En tanto, como explotador, la CCHEN es responsable de la operación segura de sus instalaciones nucleares y radiológicas, comprometiéndose, en primer lugar, a velar por la protección del personal, del público y del medioambiente en relación a los efectos adversos de la tecnología nuclear y radiológica. Esto se logra manteniendo la seguridad en todo momento.
La CCHEN reconoce que es importante, tanto para sus propias instalaciones como para todas aquellas reguladas, establecer y mantener una cultura de seguridad positiva, basada en la premisa de que los explotadores son los principales responsables de la seguridad.